El Caracol Africano: Una Especie Invasora

Así se conoce al molusco de nombre científico Achatina Fulina, una especie introducida por el ser humano en América, desde el noreste de África, esta especie de es capaz de devastar cultivos y jardines en cuestión de semanas, ya que, siendo una especie herbívora, es considerada polífaga, es decir, se alimenta de relativamente todo, inclusive excrementos.

Foto: Expansión

El poder adaptar su ciclo de vida al ecosistema habitado, hace que, el caracol africano, pueda expandirse de fácilmente en los diversos tipos de ecosistemas del continente. La velocidad de reproducción y la cantidad de huevos capaz de producir es considerablemente elevada, por lo que el impacto generado es negativo, están sexualmente maduros antes del primer año y entre el quinto y el sexto mes de vida ya están anatómicamente capacitados para producir huevos. La anatomía de este molusco está capacitada para producir una cantidad superior de 400 huevos estos eclosionan a los 10 días, siendo ovopositados 20 días posterior al apareamiento que tiene una duración promedio de 4 horas, con picos hasta de 24 horas. La A. fulica es hermafrodita, pero para que pueda generar huevos viables debe aparearse o efectuar cópula recíproca. (Agrocalidad Ecuador)

“	Las especies introducidas no cuentan con depredadores naturales lo que permite su crecimiento excesivo, asimismo algunas especies biológicas son directamente afectadas por ella.

Ver: ¿Cómo podemos erradicar el Caracol Africano?

Enfermedad del Dengue

El Caracol Gigante Africano, como también es conocido, habita regularmente en sitios en donde durante todo el año cuenta con altas temperaturas y humedad, aunque se han avistados especies en climas templados, este prefiere temperaturas que oscilan en tres los 9 ° C y 29 °C. Puede encontrarse en las zonas agrícolas, zonas costeras, humedales, bosques, zonas urbanas y zonas de ribera. El ser capaz de hibernar en terrenos blandos hace que soporte estas condiciones críticas. (Animal Diversity)

Riesgo en Salud Humana 

Foto: Ecoesfera

A través del consumo de caracol africano, el ser humano puede portar mortales bacterias, virus y parásitos presentes en él, tal es el caso del parásito de nombre científico Angiostrongylus, este es el causante de Angiostrongylus abdominal, esta enfermedad con dolor abdominal a nivel del flanco derecho del cuerpo humano y dolor cuando le es practicado tacto al recto del paciente, anorexia, vómitos y alteraciones de índole intestinal, ataca el hígado, apéndice y el colón ascendente, daños permanentes en el íleon –parte final del intestina delgado, causando la muerte si no es detectado y tratado a tiempo. A nivel cerebral este parásito causa meningitis, esto es infección de la meninge, membrana que rodea el cerebro, y la médula espinal, se presenta con fiebre, dolor de cabeza, convulsiones, rigidez en la nuca y parálisis facial, esta enfermedad es mortal en el 50% de los casos no tratados (OMS).

Al viajar no debemos traer animales ni plantas de otros sitios como recuerdo, esto contribuye con la invasión de especie.

Este parásito puede estar presente en lugares en donde el caracol ha estado, tal es el caso de la vegetación, animales domésticos o juguetes, se han registrado casos (ABC Paraguay), de animales que han muerto porque las plantas ornamentales ingerida contenía el parásito, sucede de igual forma en los animales de los zoológicos. Es importante mencionar, del mismo modo, la afectación a la cual están en riesgo la comunidad infantil, ellos generalmente juegan en las zonas verdes de los hogares y parques, durante esos lapsos pueden adquirir el parásito al llevarse las manos a la boca o ingerir alimentos sin lavarse las manos.